Si lo que buscamos es reducir la ansiedad, el estrés, los cambios de ánimo o, simplemente, empezar el día con energía y buena actitud, entonces lo mejor será practicar yoga por la mañana.
Dedicarnos un tiempo a nosotras y practicar yoga por la mañana puede ayudarnos a manejar la ansiedad y los cambios de humor a lo largo del día.
Adquiriendo una actitud de tranquilidad desde que nos levantamos nos resultará más fácil mantener ese estado de serenidad y relajación toda la jornada.
Y es que, como se comentaba al inicio, a menudo la forma en la que empezamos el día marca la manera en que este continúa.
Por la mañana, y cuando el objetivo principal es lidiar con la ansiedad y empezar el día con una actitud tranquila, lo más conveniente es realizar una secuencia de posturas de yoga fluido y suave, con movimientos lentos y coordinados con la respiración.
De esta forma ayudaremos a que la mente y el cuerpo se despierten de forma gradual, activando los músculos y las articulaciones y favoreciendo la respiración consciente, algo que resulta muy práctico para alcanzar un buen estado de relajación.
Si nos levantamos temprano para hacer yoga podremos beneficiarnos del silencio y la tranquilidad que nos rodea.
Esto nos facilitará la práctica de yoga y nos permitirá concentrarnos mejor en cada postura que realicemos y en nuestra respiración.
Además, si tenemos hijos también será un momento idóneo para disfrutar de un tiempo para nosotras sin que nos interrumpan o tengamos que estar pendientes de ellos.
Al practicar yoga por la mañana también evitamos el ruido mental; ese que se va acumulando a lo largo del día a medida que se nos agolpan en la cabeza tareas, preocupaciones y pensamientos.