El envejecimiento es el proceso físico, metabólico y funcional por el que las moléculas y células del organismo van deteriorándose, provocando un descenso en las capacidades mentales y físicas de la persona. Todo el mundo envejece si no se muere antes, pero se puede retrasar este momento lo máximo posible. Dormir poco, el estrés crónico, fumar, no beber suficiente agua, tomar demasiada cafeína, abusar del azúcar y el sedentarismo son hábitos que aceleran el envejecimiento. Beber la suficiente agua ralentiza el envejecimiento. El consumo de alimentos que envejecen, como el sirope de ágave, la mantequilla, las bebidas azucaradas, las tortitas de arroz y la sal, también acelera el envejecimiento. Los expertos recomiendan realizar al menos 45 minutos de actividad física diaria para retrasar el envejecimiento.