La migraña es una enfermedad neurológica muy frecuente en la población general, con una prevalencia estimada del 15%.
La migraña es una patología que cursa con episodios de dolor de cabeza al que suelen acompañar una serie de síntomas, que suelen ser muy específicos.
La cefalea suele ser la protagonista, lo más típico es que se trate de un dolor hemicraneal, que se describe como pulsátil o punzante, aunque no es raro que afecte a ambos lados y pueda tener otra cualidad.
Al dolor, se le suman la hipersensibilidad a diferentes estímulos como la luz, el sonido o los olores y las náuseas o vómitos.
Los desencadenantes más frecuentes son: Estrés y ansiedad Sueño Tiempo atmosférico Estímulos sensitivos Hormonas Alimentos Ayuno Alcohol Cafeína Ejercicio extenuante Medicación.
El ejercicio físico no solo se considera favorable en los pacientes sino que se postula como uno de los pilares del tratamiento preventivo no farmacológico.
El ejercicio ha demostrado tener una función analgésica tanto a corto plazo como a largo plazo, sobre todo el aeróbico.
No está establecida la frecuencia, intensidad o el mejor tipo de ejercicio, probablemente lo ideal sea el ejercicio regular de intensidad moderada.
No existe una dieta concreta para los pacientes con migraña más allá de una nutrición saludable rica en frutas, verduras, fibra y que no incluya azúcar y procesados.
Mantener un horario regular y evitar el ayuno y la deshidratación, ayuda a los pacientes.
Hay que huir de dietas restrictivas o de evitación, como las dietas sin histamina, sin tiramina, sin gluten y sin lactosa.
Para prevenir los ataques de migraña hay que intentar mantener un patrón de sueño regular.
También existe una relación bidireccional entre el estrés y el dolor, por lo que el estrés y la ansiedad pueden ser el resultado de la afectación grave de la vida por cefaleas muy frecuentes o puede ejercer como desencadenante.
El estrés es un factor de riesgo de cronificación.
Algunas medidas son el ejercicio físico, los horarios regulares de sueño y alimentación y el control del estrés.
Estos hábitos mejoran el estado de salud de los pacientes con migraña y evita que se transforme en migraña crónica.
El ejercicio físico, los horarios regulares de sueño y alimentación y el control del estrés son medidas clave para prevenir y mejorar la migraña.
La hidratación y tener unas buenas rutinas de alimentación y descanso durante el día son claves para prevenir migrañas.
La migraña es una enfermedad neurológica que afecta al 15% de las personas.
Se trata de una enfermedad muy discapacitante por lo que conocer por qué aparece es clave para evitar el dolor de cabeza que padecen los pacientes que la sufren.