La artrosis es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones. El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel explica que los huesos que antes estaban cubiertos por el cartílago empiezan a rozarse, lo que causa dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación puede perder su aspecto normal y pueden crecer espolones alrededor de la articulación. La artrosis no es lo mismo que la artritis, ya que en la artritis la inflamación es la causante de la enfermedad, mientras que en la artrosis es el desgaste de la articulación el que causa la enfermedad. La artrosis puede afectar a cualquier persona, pero es más común en personas mayores y en aquellos con antecedentes familiares. Mantener un peso corporal saludable, evitar el sobrepeso y la obesidad, y realizar ejercicio regularmente pueden ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de la artrosis. El calor y el frío pueden ser utilizados para aliviar el dolor y la inflamación, y es importante mantener una actitud positiva y seguir las recomendaciones del médico para manejar la enfermedad. El reposo relativo y la evitación de actividades que sobrecarguen las articulaciones también son importantes para manejar la artrosis. El uso de calzado adecuado y la práctica de actividades acuáticas pueden ser beneficiosas para las personas con artrosis. La meditación y la relajación también pueden ser útiles para manejar el estrés y el dolor asociados con la artrosis. Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de artrosis, como dolor o hinchazón en las articulaciones, para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.