Disfrute de un baño Ponernos a remojo nos calma, aseguran los psicólogos, ya que eso nos conecta con el tiempo que pasamos en el vientre materno. Pero es que, además, la mezcla de calor y humedad regula las frecuencias respiratoria y cardíaca, deja la piel suave y limpia, elimina toxinas; y, al humidificar las vías aéreas, produce un efecto expectorante muy útil cuando hay resfriados, tos, sinusitis y otras afecciones del sistema respiratorio. Además, un buen baño agregando al agua caliente unas gotas de aceite de lavanda rodeado de velas de aromas naturales es la mejor manera –y también la más rápida– de alcanzar un estado zen. Tome fresas con chocolate Cuando sufrimos episodios de mucho estrés, una de las tentaciones más recurrentes en las que se suele caer es en la de arramblar con todos cuantos dulces estén a la vista. Pero estos, con sus grandes cantidades de azúcar, pueden hacer que nos aumente el nivel de glucosa en la sangre, lo que hará que nos sintamos aún más en el precipicio. En su lugar, pruebe a tomar un bol de fresas bañadas en chocolate negro. La vitamina C de las fresas es muy eficaz en la lucha contra los radicales libres que dañan el cuerpo y el chocolate negro ayuda a reducir las hormonas que provocan el estrés, como el cortisol. Decore con lavanda Esta fragante hierba tiene la virtud de reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial y su efecto beneficioso en episodios de depresión leve y falta de sueño está demostrado. En Grecia, un estudio corroboró que los pacientes de clínicas odontológicas que usaban aroma de lavanda en la sala de espera estaban más calmados. Y otro, alemán, reveló que una píldora de lavanda pude ser tan eficaz como el Lorazepam para reducir los síntomas de ansiedad. En vista de sus virtudes, no es mala idea poner lavanda seca en un jarrón cerca de la cama, usar cremas hidratantes o salpicar por las habitaciones unas gotas de la esencia. Masajéese el cuero cabelludo ¿Recuerda la sensación de relax que experimenta cuando va a la peluquería y le enjabonan la cabeza con un ligero masaje? Pues puede (y debe) recrear esa experiencia en casa. Para eliminar todas las tensiones, masajéese el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, moviéndolos desde el punto en el que nace del cabello hasta la parte de atrás tantas veces como desee. Este masaje, además de reducir el estrés, viene con un plus añadido: ayuda a liberar los aceites naturales del cuero cabelludo. Gracias a eso se consigue que el pelo esté más brillante y sedoso.