La comunicación de malas noticias se entiende como aquella información que se le da a una persona que puede generar cierto malestar emocional y, algunas veces, físico.
Es decir que, es importante que te sientas cómodo al momento de comunicarles la información y tener muy claro qué es aquello que les quieres decir.
Dependiendo de la edad de tus hijos debes adecuar el vocabulario que usas, para que la información sea fácil de entender para ellos.
Cuando hables con tu hijo(a)(s) puedes incluir información como: el tipo de cáncer que tienes, el tratamiento que se está realizando, los posibles cambios que se van a generar en la vida familiar, los síntomas que podrás presentar, y los cambios físicos y emocionales que tendrás.
Es importante que estés dispuesto(a) y abierto(a) a responder las preguntas que ellos tengan, que hablar de este tema no sea solo durante la fase del diagnóstico sino en diferentes momentos de la enfermedad, y, también, debes acompañar a tu hijo(a)(s) y permitir cualquier respuesta emocional y afectiva.
En estas edades es importante contar con un lenguaje claro y sencillo.
También, es fundamental que ellos logren entender que existen particularidades en la enfermedad oncológica que la diferencian de gripas o enfermedades comunes; las cuales probablemente conozcan.
Por último, es vital enfatizarle al niño(a)(s) que esta enfermedad no es culpa de ellos(as).