El ejercicio físico es una de las mejores herramientas que tenemos junto con la alimentación, para disminuir el riesgo cardiovascular y mantener por ende, el corazón sano.
Evitando estos factores de riesgo podemos prevenir las enfermedades cardiovasculares hasta en un 80-90%.
"De forma general, la práctica regular de ejercicio físico resulta saludable en cualquier situación de salud o enfermedad", afirma la experta.
Dicho esto, debemos resaltar que el ejercicio más indicado es aquel que contiene estas tres claves o factores:
El que se adapta al grado de preparación del individuo sin riesgos para su salud.
El que permite que el entrenamiento regular repercuta de forma positiva sobre diferentes órganos y sistemas.
El que genera una sensación de bienestar, placer y ocio suficientes como para que la persona se muestre adherente en el tiempo.
"La falta de continuidad es el gran enemigo de cualquier pauta de estilo de vida".
"El mayor beneficio cardiovascular se obtiene, en general, de una pauta de entrenamiento semanal que combine 3-5 sesiones de actividad de resistencia cardiopulmonar y al menos dos sesiones de fortalecimiento muscular", explica la doctora Carro.
Realmente, cualquier tipo de ejercicio aeróbico es bueno, por tanto éste ha de adaptarse a las características, preferencias, disponibilidad del individuo.
Y por último, no debemos quitar importancia al tiempo antes y después de la sesión de ejercicio, algo que "es especialmente relevante en personas con alguna condición de salud o factores de riesgo", concluye la experta.