La tracción mecánica es una técnica avanzada utilizada en fisioterapia y quiropráctica para aliviar la presión en la columna vertebral, especialmente en pacientes con dolor lumbar, hernias discales y compresión nerviosa. Este tratamiento consiste en aplicar una fuerza controlada para separar las vértebras y reducir la presión sobre los discos intervertebrales, lo que favorece la relajación muscular, mejora la circulación sanguínea y alivia el dolor. La tracción mecánica se aplica mediante un dispositivo especializado que genera un estiramiento suave y progresivo en la columna vertebral. Sus principales beneficios incluyen: Reducción de la compresión nerviosa, mejora de la circulación sanguínea, relajación muscular y mayor flexibilidad y movilidad. Este tratamiento es seguro, efectivo y no invasivo, lo que lo convierte en una excelente alternativa para pacientes que buscan aliviar su dolor sin recurrir a cirugías o medicamentos fuertes. La tracción mecánica es recomendada para pacientes con dolor lumbar crónico, hernias discales o protrusión discal, ciática y pinzamientos nerviosos, lumbalgia y radiculopatías, y espasmos musculares en la zona lumbar. Este procedimiento puede combinarse con otros tratamientos de fisioterapia y quiropráctica para acelerar la recuperación y mejorar la calidad de vida del paciente. Aunque es un tratamiento seguro, no está indicado en ciertos casos, como osteoporosis o fracturas vertebrales, compresión severa de la médula espinal, hipertensión arterial descontrolada, y embarazo o enfermedades infecciosas en la columna.