Andar con ciática ayuda a acelerar su curación, debido a que se promueve el buen funcionamiento del flujo sanguíneo a las zonas con dolor.
Además, cabe destacar que andar tiene un bajo impacto sobre las articulaciones, los huesos y los músculos.
Andar en casos de ciática es bueno, pero esto no es extrapolable a todos los casos.
En casos graves, en que el dolor es intenso, lo preferible es mantener reposo.
Si existe dolor, pero es moderado, se deberá andar, pero siempre realizando caminatas cortas y esporádicas.
Empezar despacio y no hacerlo muy rápido ni largas distancias.
Ir aumentando la distancia y la duración de las caminatas de manera progresiva.
Ir por zonas que estén bien adecuadas y en que sea seguro, evitando caminos irregulares y optando por superficies lisas y planas.
Utilizar un calzado cómodo.
No poder andar debido a la ciática es una de las cuestiones que hará que el médico valore la intervención quirúrgica del canal lumbar estrecho.