Acudir al oftalmólogo al menos una vez al año para hacernos revisiones rutinarias que puedan detectar cualquier anomalía o problema, y así poner solución.
La mayor parte de las patologías y complicaciones oculares pueden evitarse al acudir con regularidad a la consulta del oftalmólogo.
Por supuesto ante cualquier molestia o dolor, acude a tu oftalmólogo lo antes posible.
Recuerda que es importante visitar al oftalmólogo con regularidad para evitar problemas más graves cómo la detección precoz del glaucoma, la retinopatía diabética, y la degeneración macular asociada a la edad.
Todas estas enfermedades, pueden ser tratadas a tiempo para detener o ralentizar al máximo su progresión.
La luz directa en nuestros ojos, los reflejos y las sombras durante largos periodos de tiempo, en la oficina por ejemplo, afectan a nuestra visión a largo plazo.
Los expertos recomiendan trabajar en espacios con grandes ventanas, en los que entre la luz natural, además de una luz más fuerte que enfoque el objeto de trabajo.
Notaremos menos sensación de fatiga visual al final del día.
Es importante para rebajar la fatiga visual, levantar la vista de la pantalla que tienes enfrente cada 15-20 minutos, y mirar a un punto fijo lejano durante unos segundos.
Tener siempre a mano un colirio de lágrimas artificiales recetadas por un oftalmólogo nos aliviará y rehidratará nuestros ojos.