El primer consejo para cuidar nuestra digestión consiste en consumir alimentos que eviten digestiones lentas y pesadas y sustituir los platos copiosos por otros más ligeros y nutritivos.
A continuación, te detallamos algunos de los alimentos saludables para una buena digestión:
Verduras
Por ejemplo, las espinacas, las cebollas y la coliflor son ricas en vitaminas y minerales, y previenen los problemas digestivos.
Fruta
El kiwi y la piña contiene un alto contenido en fibra.
Además, los arándanos, fresas y moras son ricas en antioxidantes y contribuyen a limpiar el colón.
Aceite de oliva
Este tipo de aceite cuenta con múltiples beneficios para el organismo:
Contribuye que los alimentos se transformen en el estómago, facilitando la digestión.
Evita el reflujo gástrico.
Ayuda a la evacuación de heces.
Reduce las infecciones en el tracto digestivo.
Pescado
La baja cantidad de colágeno y las proteínas poco fibrosas presentes en el pescado blanco desempeñan un papel importante en la digestión y hacen que sea más rápida y sencilla que la de la carne.
Caldos caseros
Los caldos de cáscara de pollo desgrasado, marisco o verduras son saciantes y no contienen aditivos.
Alimentos probióticos
El yogur o el kéfir ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, así como mejorar el síndrome de intestino irritable y combatir la descomposición.
Infusiones
La manzanilla y el poleo contribuyen a aliviar las digestiones pesadas y a calmar los espasmos estomacales.
Asimismo, se pueden combinar dos de ellas como la menta y el anís estrellado para combatir la indigestión y reducir los gases.
Por otro lado, el jengibre es un excelente estimulante digestivo, además de antibacteriano.
En infusión previene la dispepsia (indigestión).
De la misma manera, te aconsejamos evitar o reducir el consumo de los siguientes alimentos:
Las grasas animales, especialmente las carnes rojas.
Alimentos ricos en azúcares.
Las coles.
Alimentos procesados o ultraprocesados.
Café, té y tabaco.
Alimentos fritos y empanados.
Café, té y tabaco.
Nuestra alimentación debe ser variada y equilibrada, basada en los alimentos frescos y de temporada, así como en una adecuada proporción de verduras, proteínas, grasas y carbohidratos.
Además, también debes seguir los siguientes consejos para mantener una buena salud digestiva:
Come despacio, en un espacio tranquilo, y evita las prisas que pueden dar lugar a las indigestiones.
Crea una rutina y respeta el horario de las comidas.
Después de comer, es recomendable caminar durante diez o veinte minutos para facilitar la digestión.
Evita el frío mientras estás haciendo la digestión.
No abuses de los fármacos, ya que ciertos medicamentos pueden producir indigestión e incluso úlceras gástricas.
En caso de tener que tomarlos, hazlo siempre con el estómago lleno.