Los ligamentos pueden sufrir cambios en su tamaño o en su forma por distintas condiciones que les pueda suceder.
La distensión de ligamentos, o el exceso de haber estirado a ese ligamento, afecta de manera directa a la articulación y a los huesos en los que esos ligamentos están insertados para poder unir a ambas partes del cuerpo.
Los huesos se unen entre sí para así poder conformar el esqueleto de los seres humanos.
La distensión de ligamentos más conocida es la que suele producirse en los ligamentos cruzados y en los ligamentos laterales de la rodilla.
La distensión de ligamentos, o el exceso de haber estirado a ese ligamento, afecta de manera directa a la articulación y a los huesos en los que esos ligamentos están insertados para poder unir a ambas partes del cuerpo.
A su vez, debe existir una articulación, la cual es la propia unión en la que, al menos una de las dos piezas que ha unido tiene algún tipo de libertad de movimiento.
La distensión de ligamentos, o el exceso de haber estirado a ese ligamento, afecta de manera directa a la articulación y a los huesos en los que esos ligamentos están insertados para poder unir a ambas partes del cuerpo.
Y, justo en esa unión están los ligamentos para unir a ambas partes.
Lo que hace que la persona que sufre de una distensión de ligamentos vea mermada su capacidad de movimiento y de actividades físicas que podría realizar en caso de no tener ningún tipo de patología.
Como siempre os contamos en el blog de CAMDE, la rodilla es una de las articulaciones más frágiles de la anatomía humana.
Y no es porque no sea capaz de aguantar, porque justamente aguanta todo nuestro peso, sino porque al aguantar todo nuestro peso, su defensa ante algún tipo de traumatismo es muy baja.