El entrenamiento de la propiocepción lo prescriben los médicos, lo incluyen los entrenadores en sus programas de entrenamiento, los fisioterapeutas incluso lo manejan como un objetivo específico en el proceso de rehabilitación.
En todas partes vemos gente haciendo ejercicios sobre una variedad inimaginable de superficies inestables.
La línea de gravedad representa una línea vertical imaginaria que atraviesa el centro de gravedad.
La base de sustentación queda delimitada por los márgenes externos del apoyo de los dos pies y todo lo que queda entre ellos, para la posición bípeda.
La propiocepción es un proceso subconsciente, rápido, que se realiza de manera refleja a través del sistema propioceptivo.
Dentro de este sistema se encuentran los propioceptores.
La propiocepción se refiere a los procesos de facilitación e inhibición nerviosa mediante un mejor control del reflejo miotático y del miotático inverso que pueden llevar a adaptaciones en la coordinación intermuscular e intramuscular.
En el entrenamiento de la flexibilidad también podemos encontrar una regulación del sistema propioceptivo e incluso manejamos técnicas como la FNP, donde aumentando la relajación muscular y "bloqueando" el reflejo miotático podemos conseguir una mejora en los rangos de movilidad y de los estiramientos.
Adicionalmente también podemos ver la actuación constante de la propiocepción en la capacidad de mantener el equilibrio, en el sentido del ritmo, en la capacidad de relajar los músculos y en la regulación de los parámetros espacio-temporales del movimiento.