El principal síntoma de una tendinitis de hombro es dolor en la región del hombro, que se puede irradiar al cuello o al brazo.
Puede producirse tanto con los movimientos como en reposo, incluso impidiendo el sueño.
En ocasiones se puede acompañar de reducción de la movilidad.
La rehabilitación es un pilar fundamental para la mejoría de la inflamación, acelerando la recuperación, y facilitando la recuperación de la movilidad en caso de que esté afectada a través de electroterapia, terapia manual y ejercicios específicos.
El tratamiento con ondas de choque puede ayudar también a mejorar el dolor y la movilidad y están especialmente indicadas si existen calcificaciones en el tendón.
En casos en que esto no sea suficiente, se pueden hacer infiltraciones con corticoides o incluso se puede llegar a requerir cirugía, aunque esto es infrecuente.
Se recomienda evitar actividades que impliquen levantar pesos, lanzar objetos y en general todas aquellas que tensen o sobrecarguen al tendón, y especialmente las que se hacen con los brazos elevados sobre la cabeza o con separación del brazo del tronco.
Los movimientos repetitivos y el uso de máquinas vibratorias también empeoran la inflamación.
Igualmente se aconseja no dormir sobre el hombro que duele.
El tiempo para recuperarse de una tendinitis de hombro variará según la severidad de la inflamación, y si va o no acompañada de rotura tendinosa.
En general, son necesarias al menos 2-3 semanas para una recuperación completa, aunque como hemos dicho, si existen otras lesiones asociadas puede prolongarse el tiempo de recuperación.
En todos los casos, se recomienda no automedicarse, y que sea un médico quien indique qué medicamento y en qué dosis es más adecuado para cada caso, ya que pueden tener efectos secundarios o interacciones con otros fármacos.