El cartílago articular tiene una capacidad de regeneración por sí mismo escasa o, mejor dicho, nula.
El cartílago roto en la articulación es una de las patologías que se intervienen mediante la artroscopia de rodilla.
El tipo de lesión marca cuándo hay que comenzar la rehabilitación y cómo se debe hacer.
La reparación del cartílago de la rodilla desgastado es un proceso complejo debido a la baja densidad celular y a la estructura del tejido, que dificulta la migración de los condrocitos para regenerar los defectos importantes.
La reparación del cartílago articular es un proceso complejo y difícil por la baja densidad celular, la compleja trama estructural en la que viven las células y la incapacidad de los condrocitos (las células específicas del cartílago) para migrar hacia las lesiones y repararlas.
El proceso de recuperación es lento, dura varios meses.
Las técnicas como las perforaciones y microfracturas facilitan la formación de un nuevo tejido fibrocartilaginoso.
Si bien, se trata de un tipo de regeneración del cartílago de la rodilla, lo que se obtiene es fibrocartílago, diferente del cartílago hialino original.