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¿Cómo puedo fortalecer una rodilla lesionada?

Bruno Betancourt
Bruno Betancourt
2025-10-05 13:45:51
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¿Cuáles son las principales lesiones que afectan a la articulación de las rodillas? Algunas de las principales lesiones que afectan a la articulación de las rodillas son: Esguince de ligamentos. Las torceduras excesivas pueden estirar o desgarrar los ligamentos que estabilizan la rodilla. Lesiones meniscales: Los meniscos son almohadillas de cartílago en la rodilla que pueden dañarse debido a movimientos bruscos o torsiones, causando dolor y limitando la movilidad. Lesiones de la rótula: Problemas con la rótula, como la subluxación o la luxación, pueden causar dolor y dificultad para doblar la rodilla. Tendinitis: La inflamación de los tendones alrededor de la rodilla puede surgir debido a un uso excesivo o movimientos repetitivos. Condromalacia rotuliana: Desgaste del cartílago en la parte posterior de la rótula, comúnmente causado por desalineación de la rótula. Causas más habituales de lesiones en rodillas Las causas más habituales de lesiones en las rodillas son: Sobrecarga o uso incorrecto. Lesiones traumáticas: provocadas por accidentes, caídas o colisiones, que afectan directamente a la rodilla. Envejecimiento y desgaste: con el tiempo, el desgaste natural de las articulaciones puede llevar a la degeneración del cartílago y los ligamentos. Problemas anatómicos: generados por factores genéticos que predisponen a ciertos individuos a ciertas lesiones.
Malak Aguirre
Malak Aguirre
2025-09-24 11:30:54
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Extender las rodillas sentado/a: para hacer este ejercicio correctamente necesitará sentarse en una silla con la espalda completamente recta, los pies firmes apoyados en el suelo. Estiramiento de cuádriceps: un ejercicio fundamental en los estiramientos diarios que ayudan a fortalecer las rodillas. Levantamiento de rodillas en pie: con el cuerpo recto, apoya tus manos sobre la pared a la altura de tu cabeza, levanta tu rodilla hacia adelante hasta hacer un ángulo de 90ª , tendrás que aguantar 5 segundos antes de bajarla y volver a realizarlo hasta 15 veces con cada pierna. Sentadillas: colócate de pie con las puertas abiertas a la altura de los hombros, flexiona las rodillas como si quisieras sentarte a la vez que estiras tus brazos rectos hacia adelante. Zancada: muy practicada en el Yoga y el Pilates, este ejercicio se lleva a cabo de la siguiente manera; en pie con los pies juntos, adelanta uno de tus pies flexionando la rodilla, mientras la otra pierna la estiras hacia atrás, apoyando el pie con los dedos de éste. Saltos laterales: con la ayuda de una plataforma que colocarás en el centro, deberás dar saltos de un lado a otro de la misma con tus pies unidos. Bicicleta estática: la bicicleta estática es una gran aliada para quienes tienen lesiones en las rodillas, pues el ejercicio en éstas no provocan impacto. Cinta para caminar: no vamos a correr, vamos a caminar, un ejercicio aeróbico que se recomienda a personas que padezcan artritis, además en la cinta para caminar no sentirás el impacto del asfalto, por lo que tus rodillas estarán a salvo. Prensa de piernas: la máquina de prensa para piernas es perfecta para fortalecerlas sin que las rodillas se vean afectadas. Trabajo inestable con Bosu: Con una plataforma inestable tipo Bosu, puedes subirte con un pie (descalzo a poder ser) y mantener el equilibrio a una pierna sobre él.

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Andrés Romo
Andrés Romo
2025-09-24 09:23:33
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El dolor de rodillas puede llegar a limitar el día a día de muchas personas. Aunque es habitual relacionar el desgaste de esta articulación con la edad y el envejecimiento, lo cierto es que también puede presentarse antes de los 50. A medida que envejecemos, nuestras articulaciones, especialmente las rodillas, tienden a experimentar desafíos relacionados con el desgaste natural del cuerpo. El cartílago es una capa que recubre los huesos en las articulaciones y puede desgastarse o incluso desaparecer. Cuando esto sucede, el hueso subcondral de la rodilla se queda sin esa protección y amortiguación lo que provoca la artrosis, una enfermedad muy común en ancianos, cuyos síntomas son inflamación, dolor y deformidad. A esto se añade el deterioro de meniscos y ligamentos, que también perjudica a la salud de las rodillas. Estos desgastes no implican necesariamente estar condenado al dolor o tener que someterse a una intervención, hay mucho que podemos hacer para minimizar las molestias. Parece un tópico, pero el peso tiene un efecto mecánico directo sobre nuestras rodillas. Cada kilo de más se traduce en 4 kilos de presión adicional sobre nuestras articulaciones de carga. La rodilla artrósica pierde rango de movimiento de forma progresiva y, aunque esto no es completamente reversible, debemos esforzarnos en mantener la mayor movilidad y flexibilidad de nuestras articulaciones posible. Con frecuencia estos pacientes presentan además lesiones combinadas de ligamentos, menisco o de desalineación por lo que cada caso debe analizarse individualmente.