Un elevado porcentaje de la población española, concretamente el 20% mayor de 18 años, presenta un nivel de colesterol superior a 250 mg/dl.
El aumento en las concentraciones plasmáticas de colesterol por encima de los niveles normales mantiene preocupada a buena parte de la sociedad.
Factores como las dietas inadecuadas, enfermedades hepáticas, patologías endocrinas y renales, administración de ciertos fármacos y predisposición genética contribuyen a la hipercolesterolemia.
La alimentación sana, reducir la ingesta de alcohol, dejar de fumar, evitar el exceso de peso y realizar ejercicio físico son fundamentales para combatir esta patología.
La clave para controlar el colesterol es la alimentación, basada en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva virgen.
Es importante evitar alimentos con abundante grasa perjudicial para el corazón, como lácteos enteros, mantequilla, carnes grasas, embutidos y bollería industrial.
Para prevenir la hipercolesterolemia, se recomienda consumir un 30-35% de grasa, principalmente en forma de pescados y aceite de oliva virgen, y limitar la grasa saturada a menos de un 10% de la dieta.