Existe el colesterol bueno, encargado de transportar el colesterol sobrante hasta el hígado para que no se acumule en las arterias, y el colesterol malo, que no lo hace y que es el que, en exceso, puede provocar problemas cardiovasculares.
La dieta mediterránea, con abundante fruta, verduras, pescado, aceite de oliva y frutos secos, es el mejor aliado para tener el colesterol a raya.
Solo es necesaria una dieta baja en grasas saturadas, y no en colesterol, ya que el hígado usa las grasas saturadas para producir colesterol.
El colesterol puede acumularse en las arterias y provocar un endurecimiento y disminución del calibre interior de estas, lo que puede llevar a problemas cardiovasculares.
La hipercolesterolemia es una alteración que no presenta síntomas ni signos externos y solo se puede diagnosticar mediante un análisis de sangre.
Es importante hacer ejercicio físico durante una hora al día para reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Es importante tener un peso adecuado, ya que una misma persona si aumenta su peso, tendrá más colesterol en su organismo, mientras que si adelgaza, se reducirán los niveles en la sangre.