Si usted se traga un objeto extraño, este puede atorarse en el tracto gastrointestinal, del esófago al colon.
Esto puede causar una infección, una oclusión o una ruptura en el tracto gastrointestinal.
Los niños de 6 meses a 3 años tienen más probabilidad de tragar un objeto extraño.
Los adultos también pueden tragar objetos extraños por intoxicación, enfermedades mentales o demencia.
El objeto se puede olvidar hasta que se presentan síntomas como inflamación o infección.
Se debe vigilar especialmente a los niños que han ingerido un objeto extraño, en caso de presentar problemas respiratorios o de salud.
Los síntomas pueden ser dolor abdominal, asfixia, tos, sibilancias, problemas para respirar, entre otros.
Los objetos con puntas o cáusticos pueden causar problemas graves, así como imanes o objetos de gran tamaño.
Si sospecha que un niño ha tragado un objeto extraño, debe comunicarse con un proveedor de atención médica o llamar al número local de emergencias.
Las medidas preventivas incluyen cortar los alimentos en pedazos pequeños, enseñar a los niños a masticar bien y mantener los objetos pequeños fuera del alcance de los niños.