El dolor cervical puede ser el resultado de anomalías en las partes blandas, músculos, ligamentos, discos y nervios, así como en las vértebras y sus articulaciones.
La causa más común de dolor cervical son las lesiones de las partes blandas, debidas a traumatismos o deterioro progresivo.
La columna cervical se caracteriza por ser muy flexible y permitir mayor movilidad que cualquier otra zona de la columna vertebral.
Por ello, es frecuente asiento de dolor, ocupando el segundo lugar después de la parte inferior de la espalda.
A veces se trata de un dolor localizado en el cuello mismo y otras es un dolor que se extiende a los brazos, a la cabeza o a la espalda.
Se puede sentir hormigueo y adormecimiento en los dedos de la mano, dolor en la nuca o notar mareo y náuseas.
Los síntomas más habituales son: Dolor en la zona del cuello.
Dificultad para movilizarlo.
Cefaleas.
Mareos.
Rigidez.