Calor local: un aliado antes de los ejercicios: Antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios, aplicar calor local puede ser de gran ayuda. Este paso prepara los músculos, mejora la circulación sanguínea y reduce la rigidez. Puedes usar una compresa caliente o una almohadilla térmica durante 15-20 minutos antes de comenzar. Esto no solo hace que los ejercicios sean más efectivos, sino que también reduce el riesgo de lesiones adicionales. La verdadera aventura comienza con la rehabilitación, y aquí es donde los ejercicios juegan un papel fundamental. La rehabilitación es crucial para restaurar la movilidad, la fuerza y la función de la parte afectada. El objetivo principal es regresar a la vida normal lo más pronto posible. Para ello, no solo se requiere paciencia, sino también la guía adecuada para realizar los ejercicios correctos. Es fundamental prestar atención a las señales que tu cuerpo te envía. Si sientes dolor o molestias significativas, detén el ejercicio y consulta a tu médico o fisioterapeuta. La clave para una rehabilitación exitosa es la constancia. Realiza los ejercicios según lo recomendado, sin apresurarte, pero sin perder la disciplina. Una ortopedia es el lugar ideal para encontrar todo lo que necesitas para tu rehabilitación. Desde aparatos de rehabilitación, como TENS y EMS, hasta músculos de compresión y bandas elásticas, asegúrate de adquirir productos de calidad que te apoyen en cada etapa del proceso. La importancia de los ejercicios de estiramiento Los ejercicios de estiramiento son esenciales para mantener la flexibilidad y prevenir la rigidez. Incorporar estiramientos suaves al final de cada sesión de ejercicios ayuda a relajar los músculos y mejora la recuperación.