La norma general dice que la forma castellana debe ser preferiblemente pos-, puesto que la pronunciación española no articula apenas la t precedida de s a final de sílaba cuando va seguida de una consonante.
Se recomienda, pues, escribir ‘posdata’, ‘posponer’ o, en el lenguaje especializado de la medicina, ‘poscoital’, ‘posganglionar’, ‘posmenopáusico’, ‘posnatal’, ‘posnecrótico’, ‘posprandial’, ‘pospuberal’, ‘posrenal’, ‘posrolándico’, ‘postetánico’, ‘postransfusional’, ‘postraumático’, ‘posvacunal’ y ‘posvírico’.
Sí articulamos la t, no obstante, y puede usarse en español sin problemas la forma post- cuando antecede a una raíz que comienza por vocal.
Incluso en estos casos, la norma ortográfica de la Real Academia Española (RAE) da también preferencia a la forma simplificada con pos-, pero en la práctica sigue siendo mucho más frecuente la forma tradicional con post-.
Así, aunque la RAE recomienda escribir ‘posanestésico’, ‘posantibiótico’, ‘posestreptocócico’, ‘posinfeccioso’ y ‘posoperatorio’, entre médicos siguen siendo mucho más frecuentes las formas ‘postanestésico’, ‘postantibiótico’, ‘postestreptocócico’, ‘postinfeccioso’ y ‘postoperatorio’, que son también las que yo uso de modo habitual y recomiendo.
El único caso que no plantea dudas para nadie, puesto que en español usamos siempre la forma post-, se da cuando este prefijo precede a una raíz que comienza por s.