Los frutos rojos son ricos en vitamina C y bajos en calorías. La vitamina C también evita la formación de coágulos y hacer más resistentes las arterias y los capilares sanguíneos, los cuales conectan arterias y venas pequeñas. La puedes encontrar en mandarinas, naranjas, limones, pimiento rojo y kiwi. La vitamina B3 fortalece los vasos sanguíneos y contribuye positivamente en el flujo de sangre. La vitamina E ayuda a dilatar o ensanchar los vasos sanguíneos, lo que contribuye a una mejor circulación ideal para evitar las várices. La vitamina K permite la oxigenación en las venas, arterias y el resto de órganos. Puedes encontrarla en espinacas, lechuga, espárragos, brocoli, col, aceite de oliva, entre otros. La alimentación va de la mano con el ejercicio físico y un estilo de vida saludable. Las venas varicosas pueden aparecer por distintos motivos, lo mejor siempre es consultar a un especialista para que te indique el tratamiento más adecuado.