Los espárragos son ricos en fibra, vitaminas C, E y K, además de antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y prevenir la acumulación de placa en las paredes arteriales. La espirulina, un alga microscópica, se ha vuelto popular como suplemento por su alto contenido de proteínas, antioxidantes y ácidos grasos saludables. El jugo de granada es conocido por su potente efecto antioxidante. Los arándanos rojos o cranberry son ricos en flavonoides, compuestos con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir la formación de placa. La cúrcuma, gracias a su compuesto activo llamado curcumina, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La sandía no solo es refrescante, sino que contiene citrulina, un aminoácido que ayuda a relajar y dilatar los vasos sanguíneos, favoreciendo la circulación. Consulta siempre con un profesional de la salud antes de hacer cambios importantes en tu alimentación o en tus hábitos, especialmente si padeces hipertensión, colesterol alto u otras enfermedades cardiovasculares. Es importante recordar que estos alimentos no sustituyen un tratamiento médico ni son una cura milagrosa, sino que forman parte de un enfoque integral para cuidar la salud cardiovascular. La cúrcuma, gracias a su compuesto activo llamado curcumina, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Diversos estudios han relacionado la curcumina con la reducción de la inflamación en los vasos sanguíneos y la prevención de la formación de placas que pueden obstruir las arterias.