Sentir dolor lumbar es algo muy frecuente.
En estas situaciones, los médicos especialistas realizan una serie de recomendaciones:
Realizar ejercicio
Esta recomendación está encaminada a reforzar la musculatura lumbar y abdominal.
Tratar de mantenerse activo, evitar el reposo absoluto y hacer ejercicios sencillos, tanto en casa, siguiendo unas tablas sencillas de ejercicios como en el gimnasio, realizando actividades como Pilates, Yoga, Tai Chi, Aquagym, etc., en función de la tolerancia.
La intensidad y la frecuencia va a depender del tipo de ejercicio que se haga.
Lugar para dormir
Está demostrado que los colchones con consistencia firme (ni pétrea), tienen un mayor soporte y disminuyen los dolores de espalda.
Además, se recomienda dormir boca arriba con una almohada debajo de las rodillas, o de costado con una almohadilla entre las piernas.
Se desaconseja dormir boca abajo, ya que modifica la normal curvatura de la región lumbar y puede causar dolores de espalda.
Higiene postural
Durante una crisis de lumbalgia, se deben de evitar las posturas que aumentan o desencadenan el dolor, como la semiflexión o inclinación anterior del tronco o agacharse flexionando el tronco a coger algún objeto.
Sin embargo, como hemos visto en las recomendaciones anteriores, hay que mantenerse tan activo como sea posible.
Calor o frío
En este sentido, ambas opciones son buenas.
Por lo general, se suele recomendar el frío en las lesiones muy agudas.
Y en los cuadros no tan agudos suele ser eficaz el calor suave (esterilla o similar)
Hábitos de vida
De igual forma que se recomienda actividad física constante para evitar el mayor riesgo de aparición de este tipo de dolores, también entra en juego la alimentación y el estilo de vida: dejar de fumar, evitar la ingesta de alcohol, etc.
Los malos hábitos pueden repercutir en una inflamación abdominal y, como consecuencia, generar más dolor.