El árnica es uno de los antiinflamatorios mas potentes y más reputados por su capacidad para reducir la inflamación y el dolor.
Durante cientos de años se ha utilizado para el tratamiento de contusiones, golpes y dolores musculares gracias a que contiene helenalina, un agente antiinflamatorio que inhibe la síntesis de sustancias proinflamatorias.
Además de estas propiedades antiinflamatorias, el árnica también posee efectos analgésicos que le permiten aliviar el dolor asociado a la inflamación.
La cúrcuma es una especia que contiene curcumina, un potente antiinflamatorio natural responsable de su llamativo color amarillo.
La curcumina desempeña un papel crucial al bloquear la acción de sustancias proinflamatorias específicas en el cuerpo, tales como las prostaglandinas y la interleuquina-6.
Diversos estudios respaldan sus propiedades para mitigar la inflamación asociada a condiciones como la artritis, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
Reducir la inflamación puede ayudar a aliviar síntomas de enfermedades como la artritis.
La inflamación crónica puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.